Por: Jessica Servín
10-12-2025
10-12-2025
Stephanie Maldonado, Gerente General de La Casa de la Playa, ha sido destacada por la revista Hotel Management como una de las “General Managers to Watch 2025”, reconocimiento que resalta su liderazgo innovador en la hotelería de lujo global.
Al frente de La Casa de la Playa, Maldonado ha consolidado al resort como el destino número uno de México según Travel + Leisure World's Best Awards 2025, gracias a su visión que equilibra una gestión firme con una profunda sensibilidad humana. Este enfoque ha permitido ofrecer una experiencia de lujo auténtica, basada en la calidez, la personalización y el respeto por la cultura mexicana.
Su nombramiento posiciona a La Casa de la Playa como un referente internacional que redefine el lujo desde una perspectiva auténtica y cercana, demostrando que la excelencia en la hospitalidad va más allá de la ostentación para convertirse en una vivencia significativa.
Stephanie, ¿qué representa para ti haber sido nombrada por Hotel Management como una de las mejores gerentes generales de 2025?
La verdad, fue completamente inesperado. Cuando Alan me comentó, me sorprendió muchísimo. Es de esos momentos en los que piensas: wow, algo estoy haciendo bien, estoy marcando la diferencia. Lo veo como un reflejo del gran trabajo que se hace en Casa de la Playa.
Siempre he creído que el liderazgo va de la mano con el equipo. Tener una operación tan extraordinaria me motiva a seguir creciendo, aprendiendo y, sobre todo, a transmitir motivación y respaldo. Lo más importante es que nuestros colaboradores sientan que su líder los escucha, los impulsa y les muestra que no hay límites para crecer profesionalmente.
¿Cuál es el valor de este premio para Casa de la Playa y para el posicionamiento de México en la hotelería de lujo?
Es un reconocimiento muy significativo. Aunque hoy es más común ver a mujeres en puestos directivos, todavía seguimos luchando por demostrar que podemos llegar tan lejos como queramos. Soy una gerente general joven, tengo 32 años y soy mamá de dos pequeños. Para mí, este logro demuestra que no existe un “no se puede” por ser mujer, joven o mamá. Para Casa de la Playa, este premio evidencia que el hotel y el grupo están marcando una diferencia real en la industria, mostrando que el talento puede crecer rápido cuando existe una cultura que impulsa y confía.
En tu rol como gerente general, ¿qué decisiones o enfoques han definido tu estilo de gestión?
Sin duda, el haber comenzado desde posiciones operativas ha marcado mi estilo. Soy una persona profundamente humana: para mí los colaboradores son lo más importante que tiene una empresa.
Camino por las áreas, convivo con ellos, pregunto cómo están, cómo está su familia, qué necesitan, qué les gustaría aprender. Ese contacto directo es esencial hoy en día. Si no hay amor por tu gente, las cosas simplemente no funcionan.
Yo me veo como una facilitadora. Ellos son quienes operan el hotel día a día, y mi labor es que su trabajo sea más fácil, que cuenten con todo para brillar. Creo que el éxito de Casa de la Playa está en transmitir amor por la empresa, por México, por nuestra arquitectura, por la gastronomía y por todo lo que representa la marca.
En cuanto a la experiencia del huésped, ¿qué distingue a Casa de la Playa bajo tu liderazgo?
Mi visión siempre ha sido que los huéspedes se lleven lo mejor de México. Personalizamos su estancia desde mucho antes de su llegada para conocer qué celebran, qué les gusta, qué desean vivir.
Siempre que puedo, me encanta recibirlos personalmente. Ese gesto hace una gran diferencia porque genera conexión.
Y con los colaboradores, los “apapachos” son fundamentales. Celebramos fechas importantes, hacemos actividades especiales, temáticas en el restaurante de colaboradores —que es tan delicioso como uno de lujo— y creamos momentos mágicos. Todo basado en encuestas y retroalimentación, porque queremos darles lo que realmente desean vivir.
Liderar un hotel de alto nivel siendo mujer sigue representando retos. ¿Qué significado personal y profesional tiene para ti ocupar este puesto?
Aunque hemos avanzado, aún queda camino por recorrer. Muchas veces se piensa que por ser mujer se tienen menos capacidades que un hombre, y eso simplemente no es verdad. Mi paso por Grupo Xcaret ha sido muy positivo; aquí se impulsa a quien quiere crecer. Me siento feliz y orgullosa, y quiero demostrar a las generaciones que vienen detrás que sí se puede, que no deben frenarse. A nivel personal, ha sido el mejor regalo. Tengo una hija de tres años, Pau, y quiero ser el ejemplo que necesita. Quiero que cuando crezca nunca escuche un “no puedes” y que sepa que puede lograr lo que se proponga.
¿Cuáles son los mayores retos que enfrentan las mujeres en la hotelería? ¿Y qué acciones son clave para impulsar la equidad?
Uno de los mayores retos es la maternidad. Siempre surgen comentarios sobre prioridades, y eso puede ser complicado. También existe la percepción de que una mujer es más débil, pero no es así: somos firmes, capaces y podemos hacer mil cosas más. Otro reto es que a veces entre mujeres falta apoyo. Necesitamos impulsarnos unas a otras, celebrar nuestros logros, acompañarnos. Las acciones clave son demostrar con hechos que podemos y perder el miedo. No hay barreras más grandes que las que una misma se pone.
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