05-11-2025
Buenos Aires vuelve a sorprender con una propuesta inédita: por primera vez en toda su existencia, el Obelisco de Buenos Aires, el monumento más emblemático de la ciudad, abre sus puertas al público y nosotros fuimos el primer medio de México en ser invitado a conocerlo antes de su apertura oficial, y puedo adelantarles cómo será esta nueva experiencia que, sin dudas, dará que hablar entre quienes venden y promocionan el destino.
Hasta ahora, el Obelisco nunca había funcionado como atracción turística. El hito, diseñado por el Arquitecto Alberto Prebisch fue erigido en 1936 para conmemorar el cuarto centenario de la primera fundación de la ciudad, y construido por el consorcio GEOPÉ Siemens Bauunion Grün & Bilfinger. La obra comenzó el 20 de marzo de 1936 y se inauguró el sábado 23 de mayo de ese mismo año en tiempo récord. La parte superior, con sus cuatro pequeñas ventanas, era hasta ahora un espacio técnico al que solo se accedía por una escalera vertical de mantenimiento. No existía ningún tipo de infraestructura para recibir visitantes.
Para hacer posible este proyecto, se instaló un ascensor de última generación que asciende por el interior del monumento, junto con una nueva estructura de acero y una escalera de emergencia. Todo el trabajo se realizó preservando la estructura original, lo que implicó desafíos de ingeniería únicos: bajo la Plaza de la República se cruzan varias líneas de subte, lo que obligó a construir una base especial para sostener el elevador. Por si todo ello fuera poco, ¡absolutamente todas las piezas y materiales de construcción debieron ser ingresadas por una pequeña puerta de acceso por la que pasa una sola persona por vez!
La visita comienza en esta pequeña puerta de acceso. El ascensor sube rápidamente hasta la parte más alta del monumento, a 67,5 metros de altura. Allí, los visitantes pueden mirar a través de las cuatro ventanillas del mirador, cada una orientada a un punto cardinal.
Desde arriba, la ciudad se revela con una perspectiva completamente nueva. Se distinguen la Casa Rosada y la Plaza de Mayo, el Congreso Nacional y la traza interminable de la Avenida de Mayo, el Puerto, Retiro, los bosques de Palermo, la Avenida 9 de Julio en toda su majestuosidad, el Teatro Colón, el Palacio Barolo, el Río de la Plata dominando el paisaje.
La experiencia completa dura unos 15 minutos, pero alcanza para entender por qué este mirador se convertirá en uno de los imperdibles de Buenos Aires. No solo por la vista, sino por el simbolismo de acceder al interior de un ícono que, hasta ahora, había permanecido cerrado a los porteños y a los visitantes de todo el mundo.
El nuevo Mirador del Obelisco abrió al público el 1.° de noviembre. Las entradas se adquieren exclusivamente online en miradorobelisco.com.ar, con cupos limitados y horarios programados.
Buenos Aires sigue sumando experiencias diferenciales que enriquecen la oferta urbana de la región. Este nuevo atractivo, ubicado en pleno corazón de la ciudad, será sin duda una de las más fotografiadas y comentadas de la temporada.
Para más información del destino, visita: visitbue.com




